-¿Queréis algo, café, té, veneno? Ah, ok, para mí sola.

miércoles, 7 de julio de 2010

El muñequito, la cosquilla, la ética

Hola de nuevo Salamanca querida, me digo hasta el día 10, día en que saldré con mi hermana y mis amigas hacia Santiago a currarnos unas buenas ampollas antes de los tacones de la boda de mi hermano.

Vengo de Mañolandia de resolver mudanzas y asuntos burocráticos, y, si bien viajar sola sí me gusta bastante, al menos he de reconocer que Zaragoza sin nadie más que yo misma y mi mecanisma apestó como un saco de hierba puesto al sol. ¡Dónde está todo el mundo en esta ciudad sin alma! Fue entonces y sólo entonces cuando entendí lo que me dijo Sergi, el profesor de Baleares, el otro verano -Que te vas a Zaragoza al final? Enhorabuena! Es una ciudad horrible, perfecta para estudiar.
Y me reí sin nadie que me viera reírme.

El viaje, por su parte, había sido encantador una vez más, porque los guiris son personajes adorables y despistados que vienen en son de paz, y el australiano de mi lado, en concreto, sacó una bandeja de judías verdes crudas y me ofreció, y ante mi simpática negativa se puso a comérselas él solo, scrunch scrunch.
Se iba a Pamplona. Y yo lo pienso; qué genio. Hoy, semifinales de España y día de San Fermín, debe de estar Pamplona en su máximo tópicoesplendor. Falta un toro cantando pasodobles y otro vestido de sevillana y no quiero ni pensar las fotazas que les llevará a sus amigos de Sidney.

¿Y si acontinuación aprovecho para cerrar viejos capítulos?
-Fantástico, siii Trini, uhhh, pivón!

En lo que a mi estancia en París se refiere.. dije que yo no me volvía a casa sin haber visto:
a) la torre Eiffel.
b) un acordeonista en mi vagón de metro.















Una vez quitadas esas dos espinas, también vi otro montón de cosas increíbles, vi a Sonia saltando de los muros de los jardines de las Tullerías porque habían cerrado con ella y Dani dentro. Puedo decir que estuve en París el día del orgullo gay, aunque a esa niñita que estaba en el McDonalds le dijera su madre que ouais ma cocotte, c'est carnaval. Me encontré unas RayBan en Versalles, regalito directo del rey Sol, le saqué una foto a unas buhardillas húmedas de Montmartre donde vivirá Luis dentro de unos años, cuando el pobre aprenda algo de francés por ciencia infusa, y bueno, se me dio la vuelta al estómago cuando justo entrando al Louvre vi una mujer cantando y reconocí el Quando me'n vo' soletta, de la Bohème de Puccini.

Por lo demás, tararean los franceses? Laure nos dejó claro que clago que NO ega posible. Y en revancha Nuria y yo nos recorrimos L'île Saint-Louis chapurreando el "Paroles, paroles" aún más que Dalida.

¿Has oído eso España? mejor que el himno no tenga letra..

3 comentarios:

  1. Caminanta... Es precioso el camino de Santiago =)
    Suerte con las ampollas, alomejor con un poco de suerte no te sale ninguna

    ResponderEliminar
  2. Mi hotel estaba en esa calle!!!!



    (Padaam, Padaam, Padaaamm )

    ResponderEliminar
  3. Jaja. Jooo, Traaaai... Ni 18 horas en tren y podías haberme visto.

    Me encanta el judío verde crudo. :D

    ResponderEliminar