-¿Queréis algo, café, té, veneno? Ah, ok, para mí sola.

lunes, 23 de abril de 2012

Esbozo para una majadería aún mayor

Todo lo que, sin darte cuenta, va poco a poco acaparando un plano importante de tu pensamiento, se caracteriza sin excepción en que tarde o temprano acaba pidiendo a gritos una válvula literaria de escape. 
De tal manera que tú te encuentras haciendo tu vida como cada semana, ocupándote como cada día de que el sol continúe girando alrededor de la Tierra y la Tierra alrededor de tu ombligo y ¡de repente! llega un día, un jueves por la tarde, en que algo te para en seco y piensas: Pero qué mierda me pasa.
Encontré palabras para cada idea que he tenido -salvo una- y esa me desafía como un nido de avispas en el dormitorio. Como lluvias de abril que si te descuidas acabarán uniendo el río con las aguas estancadas, hasta que el paso de los días haga retomar el curso natural de relajación -o por contra acentuación- de los procesos primaverales.

Y yo por supuesto salga bien parada en cualquiera de los casos.

La debilidad de las rodillas aparece a las puertas de las cicatrices, ahí, junto a los más insospechados números de teléfono.
Por eso hay que tener cuidado con los piropos. Porque hay que tirar a matar. Siempre.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. A veces leo lo que escribes dos veces o tres, y suelo seguir sin conocer del todo o en absoluto lo que describes.
    Sin embargo, luego lo leo un par de veces más sólo por gusto.

    Tus textos poseen una belleza intrínseca.
    Tus frases son autoadaptables y tus metáforas polivalentes, y sugieren una interpretación personal que podría ser siempre válida.

    Por esto es un placer leerte.

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